En el marco del Plan de acción para la construcción de una red nacional de respuesta en salud mental y apoyo psicosocial frente a emergencias y desastres, impulsado por la Dirección Nacional de Salud Mental y adicciones y enfocado en la actual pandemia COVID-19, se desarrolló un nuevo encuentro virtual de capacitación encabezado por su director, Hugo Barrionuevo.

En esta oportunidad y continuando con el objetivo de promover y difundir buenas prácticas en salud mental, se presentó la experiencia de la película “Los fuegos internos”, desarrollada desde el dispositivo cultural multidisciplinar “El Cisne del arte”, que depende del servicio de externación del Hospital Interzonal Especializado en Agudos y Crónicos “Dr. Alejandro Korn”, Melchor Romero.

Durante el encuentro, la Subsecretaria de Salud Mental, consumos problemáticos y violencias en el ámbito de la salud pública, Julieta Calmels, destacó la posibilidad de “pensar y discutir en torno a un hecho artístico que permite de una manera profunda y bella, discutir e intercambiar algunos temas centrales como por ejemplo el proceso de desmanicolialización. Una discusión en torno a un lenguaje y una forma que permite una comunicación diferente al interior del discurso y prácticas históricamente reconocidas de la salud mental”, afirmó la Subsecretaria que dijo además que “el problema del manicomio y la desmanicomialización es una deuda social e histórica”.

Calmels, señaló que “la película tiene algo muy importante que es cómo pudo poner en escena dimensiones de la vida de los protagonistas que exceden las cuestiones de los tratamientos en salud mental y hablan de aspectos cestrales de la vida; y ninguna práctica de salud mental puede ser exitosa si no contempla dimensiones como el amor y la amistad. Dos de los fuegos internos que la película despliega y permite tener un encuentro con los protagonistas donde todos somos iguales aunque tengamos diferentes caminos de vida”.

Jorge Deodato y Juan Carlos Salto fueron parte de la charla como parte del equipo realizador de la película. Jorge, protagonista del film, contó el desarrollo colectivo de los diversos roles y la construcción conjunta de las principales decisiones de “Los fuegos internos”. “Todos éramos partícipes. Sentía una plenitud bárbara de estar rodeados de chiques, la pasé súper bomba”, afirmó. Juan Carlos, en tanto, contó su rol como claquetero: “me sentí como si hubiera sido el cuarto protagonista pero detrás de cámara”.

A su turno, Laura Lago, coordinadora de “El Cisne del Arte”, puso el énfasis en el trabajo de un dispositivo público, “con libertad, buscando los intersticios para salir adelante”. Además, destacó el lugar del arte como herramienta y recurso para la inclusión en el ámbito de la salud mental: “el arte permite desplegar deseos, proyectos, buscar un lugar más allá de la vida material, un mundo simbólico para desplegar”, dijo.

El relato de la experiencia sobre el proceso de realización y origen de “Los fuegos internos” se completó también con las voces de Ana Santilli Lago y Laura Lugano, que contaron que la película surgió en un contexto de internación, a partir de la idea de un usuario en el año 2012 que posibilitó luego los trabajos de investigación, guionado, montaje, elección de locaciones, entre otras tareas que se realizaron de manera colectiva.

Durante la charla que se desarrolló a través de la plataforma virtual del Ministerio de Salud de la Nación, se destacó el trabajo del dispositivo en salud mental “El Cisne del Arte”, de inserción hospitalaria y comunitaria, coordinado por una trabajadora del Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, destinado a personas usuarias internadas o externadas, cuyo objetivo marco es realizar un aporte a los procesos de externación sustentable y sostén en el tiempo, propiciando identificaciones no estigmatizantes.

Este encuentro contó además con la participación del Subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos del Ministerio de Salud de la Nación, Alejandro Collia.

En el cierre, Julieta Calmels afirmó que “la transformación de los manicomios en la Argentina es una deuda social de nuestra cultura en relación a las personas internadas y a todos como sociedad para construir alternativas de vida fuera de ellos. Tenemos responsabilidad agregada en la construcción de dispositivos, y poner en conocimiento lo que significa el manicomio. Debemos avanzar en esta agenda de transformación que implica el compromiso de los funcionarios, articulación con la sociedad civil, colectivos y organizaciones que abrieron los senderos”, concluyó.