Desde la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud Pública, Julieta Calmels explicó en Radio La Plata (Fm 90.0; #Indiscretos), cómo funcionará la nueva Ley bonaerense para el acceso gratuito al agua potable.

A partir de este martes comenzó la implementación de la Ley 15.439 que establece como obligatoria la provisión de agua gratuita en todos los eventos, bares, restaurantes y locales bailables de la provincia de Buenos Aires.

La Ley se aprueba en el marco de un conjunto de políticas de reducción de daños ante el consumo de sustancias que se desprenden de la Ley de Alcohol 0, y si bien ya se sancionó la medida, se está terminando de afinar su implementación.

“Estamos trabajando en la bajada instrumental que deberá tener también una etapa de fiscalización, pero la normativa implica una dispensa de botellas de 250ml en locales y boliches; y dispensers de agua a disposición para poder servirse siempre que se necesite”, manifestó Calmels, aclarando que “no necesariamente tiene que ser agua comprada, sino que la exigencia será en que sea potable”.

En esa línea, agregó: “La idea es construir una reglamentación que acompañe las políticas junto a un esquema de sensaciones graduales, pero que esté acompañado por políticas de formación y capacitación que desde la gestión de Axel Kicillof se vienen llevando a cabo junto con las Cámaras de boliches”.

El agua es un derecho en el territorio bonaerense:

Algunas fiestas electrónicas de concurrencia masiva y bares nocturnos ya comenzaron a implementar la Ley, teniendo en cuenta que algunos de estos espacios no solo cuentan con la venta de alcohol, sino que circulan otro tipos de drogas que hacen necesaria la provisión de agua potable.

“El alcohol es una droga lícita que a veces no prende las alarmas sociales que debería, pero el acceso a la hidratación es un derecho, que además, fomenta las vías de eliminación para limitar los efectos nocivos de sustancias”, explicó la encargada del área de consumos problemáticos y salud mental.

Y ejemplificó que la juventud, en sus inicios, considera el consumo de alcohol como parte de una cultura de diversión, por lo que se vuelve de primera importancia resolver las situaciones problemáticas que estas sustancias puedan generar en el organismo.

“Los chicos salen y no se juntan a tomar en sus casas, entonces hay que comprar agua y eso ya es un límite que también se profundiza por las variables económicas que no debería haber”, lamentó Calmels, y afirmó: “La forma responsable de vender alcohol es disponer de agua gratuita; es una medida que se aplica en los países del primer mundo”.

Además del acceso a la hidratación como derecho, la política viene acompañada de todo un sistema de cuidado integral acompañado por capacitaciones para el personal, zonas de hidratación, postas de salud y espacios de descanso para todo aquel o aquella que lo necesite.

“El disfrute y la diversión también son derechos importantísimos para la comunidad, así que es momento de cuidar a la gente y empezar a construir una cultura donde si te sentis mal sepas que hay un lugar de ayuda debidamente señalizado”, cerró Calmels.

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