Como es de público conocimiento la pandemia mundial de Covid-19 nos encuentra ante la peor tragedia sanitaria mundial de las últimas largas décadas que conmociona y se cobra la vida de miles de ciudadanos y ha enfermado a otros cientos de miles. La misma tiene como actor central de los cuidados, la prevención y la asistencia al ministerio del cual formamos parte, comprometiendo el conjunto de los recursos existentes y la creación incesante de nuevos.

En nuestro caso, la provincia de Buenos Aires tiene una población de 17 millones de personas y gran parte de sus municipios son el epicentro de los focos de mayor contagio, teniendo al día de la fecha 253652 confirmados y 5064 personas fallecidas.

En virtud de esta situación la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencia en el ámbito de la Salud Pública ha desplegado un sinnúmero de acciones y nuevos dispositivos vinculados a la asistencia y acompañamiento a la población por motivo de covid-19, incluyendo las acciones vinculadas al acompañamiento a equipos de salud hospitalarios.

Por otra parte, ha sostenido una serie de acciones complejas y dinámicas de re-estructuración de la atención en salud mental para la continuidad de cuidados para aquellas personas que estaban siendo atendidas en el sistema de salud, ampliando la cantidad de camas en hospitales generales, ampliación de equipos móviles para las regiones sanitarias y de personal.

Ha dispuesto también, un esquema de seguimiento y especial cuidado para las personas internadas en los 4 hospitales neuropsiquiátricos dependientes del ministerio de salud de nuestra provincia que evitó hasta este momento el desarrollo de un desenlace trágico.

La situación de la política pública en salud mental que encontramos cuando asumimos la gestión de esta subsecretaría, era desoladora. No sólo porque en estos últimos 4 años no se avanzó en acciones reales tendiente a un cambio de modelo de atención en el cumplimiento de los marcos y plazos legales vigentes, sino porque se deterioró, vació y abandonó las estructuras básicas ya existentes para la atención de la población en cuanto a dispositivos, condiciones de trabajo y políticas. La tarea de empezar a recomponer la tierra arrasada, también en materia de salud mental y derechos de los y las usuarias, forma parte del enorme esfuerzo desplegado hasta el momento, en el que continuaremos, y en el que encontramos numerosos trabajadores dispuestos a acompañar este proceso.

A estas condiciones de partida, se sumó la crisis sanitaria a la que nos referimos anteriormente, la cual modificó los tiempos para algunas de las acciones programadas a comienzo de año.

A pesar del momento complejo y extremadamente exigente hemos decidido no postergar los compromisos políticos asumidos en la transformación del sistema sanitario y avanzar en el camino en el que nos propusimos desde el 10 de diciembre del 2019 al llegar al nuevo gobierno provincial vinculado a la transformación del sistema de atención en salud mental. Entendemos que el año 2020 previsto por la Ley Nacional y provincial de Salud Mental tiene que ser el momento de asumir definitivamente los pasos aún pendientes para este cambio. Uno de ellos consiste en la transformación profunda y completa de los hospitales neuropsiquiátricos para lograr una provincia de “Buenos Aires libre de manicomios” capaz de asumir la asistencia desde dispositivos con base en las comunidades y respetuoso de los derechos. Esto no sólo se vincula con el cumplimiento de marcos legales nacionales e internacionales sino con la profunda convicción acerca de la necesidad de construir modelos de atención inclusivos que fortalezcan la autonomía, los derechos humanos y la dignidad de todas las personas.

Para ello hemos dispuesto

1) Un sistema de relevamiento y monitoreo permanente de información para el estudio y seguimiento de las políticas públicas para la sustitución de los hospitales neuropsiquiátricos de la provincia de Buenos Aires.

2) Un “Documento de base para la presentación de planes de adecuación y reconversión de los hospitales neuropsiquiátricos públicos de la Provincia de Buenos Aires” que fue propuesto a los directores de los 4 hospitales neuropsiquiátricos públicos dependientes del Ministerio, previendo para la entrega de los planes el 10 de octubre de este año, para su posterior evaluación y aprobación por parte de este ministerio el 10 de diciembre del 2020.

3) El sostenimiento de una mesa de trabajo permanente desde marzo de este año con los directores de dichos hospitales que a partir de ahora se abocará al trabajo sobre los planes de adecuación

4) El desarrollo e impulso de procesos cuidados de externación sostenidos por las direcciones de los hospitales que, incluso en medio de esta pandemia, ha permitido la salida de los hospitales neuropsiquiátricos de numerosos usuarios y usuarias que actualmente residen en la comunidad y son atendidos desde dispositivos sanitarios acordes que sus necesidades y derechos.

5) Para las instituciones destinadas al tratamiento de los consumos problemáticos, integramos una mesa de trabajo con la SEDRONAR, Órgano de Revisión Nacional y Dirección Nacional de Salud Mental para el ordenamiento de los procesos y lineamientos para elaborar los planes de reforma previstos

6) Con las clínicas de salud mental del sector privado hemos mantenido un primer encuentro con las cámaras más importantes del sector para trabajar sobre los lineamientos previstos en la ley nacional y provincial para la base para los planes de reforma

7) Una mesa de trabajo conjunta con la Subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización para la elaboración de una norma congruente con los principios de la ley nacional y provincial de Salud Mental

Desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires reafirmamos nuestra decisión de avanzar hacia un cambio de modelo de atención en salud mental y consumos problemáticos desde una perspectiva de sistema integrado, solidario y respetuoso de los derechos de las personas e invitamos a diferentes actores sociales a formar parte de este proceso.

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