Al menos 100.000 personas han puesto en peligro sus vidas durante la última década debido a los retrasos en las pruebas o el tratamiento del cáncer, afirma un nuevo informe. En algunos casos, las opciones de tratamiento de los pacientes se redujeron o su cáncer se propagó o se volvió incurable como resultado directo de sus largas esperas para recibir atención del NHS, según Macmillan Cancer Support. El impacto “inhumano” de los retrasos en la atención de los pacientes es “vergonzoso”, dijo, y culpó a las autoridades sanitarias por la financiación insuficiente y por no abordar la escasez de personal en los servicios oncológicos.

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