El anuncio del gobierno nipón, que marca la primera vez que Japón ha reforzado sus fronteras desde que se permitió la entrada de turistas extranjeros sin restricciones en octubre, enfría las expectativas de una afluencia de turistas chinos durante el período del Año Nuevo chino, que comienza el 22 de enero. El abrupto anuncio del primer ministro
Kishida se produce solo un día después de la noticia de que China eliminará la cuarentena para los viajeros entrantes a partir del 8 de enero, uno de los pasos más significativos del país desde que abandonó su política de dos años de “cero-COVID”.

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