“Entiendo políticamente por qué se debe hacer, pero la conclusión es que es una falsa sensación de seguridad que realmente estamos desacelerando la transmisión”, dijo Michael T. Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.

Pero el coordinador de respuesta al coronavirus del presidente Biden, el Dr. Ashish K. Jha, no estuvo de acuerdo con la comparación de cómo Trump había restringido la entrada de extranjeros que venían de China al principio de la pandemia.

La política de la administración Biden “no es una prohibición de viajar en absoluto”, dijo el Dr. Jha en un comunicado enviado por correo electrónico después de que este artículo se publicara en línea. Más bien, lo llamó un requisito de prueba “prudente” para todos los viajeros que vienen de China, no solo los ciudadanos de ese país, que es necesario “porque China, a diferencia de prácticamente todas las demás naciones importantes, no está actualizando la base de datos global sobre casos de Covid y Covid variantes.”

El brote de covid en China ha empeorado en los últimos días, y los gobiernos locales informaron cientos de miles de infecciones por día . Los videos obtenidos por The New York Times muestran a pacientes enfermos abarrotados en los pasillos del hospital. Pero la situación es difícil de rastrear en tiempo real porque China no publica datos confiables de Covid .

El CDC también anunció el miércoles que estaba ampliando un programa voluntario de vigilancia genómica que busca nuevas variantes en hisopos anónimos tomados de viajeros internacionales en los principales aeropuertos estadounidenses para incluir a Los Ángeles y Seattle.

La administración Biden ha ofrecido vacunas y otro tipo de apoyo para el covid-19 a China, pero esa asistencia ha sido rechazada, dijeron funcionarios federales. El secretario de Estado, Antony J. Blinken, también habló con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, poco antes de Navidad y “subrayó la importancia de la transparencia para la comunidad internacional”, dijo el Departamento de Estado.

A algunos expertos les preocupaba que, en lugar de alentar la transparencia de China, la nueva política pudiera hacer que los chinos fueran aún menos comunicativos.

“La estrategia más importante en este momento es que necesitamos mejorar nuestra comunicación política y diplomática con China”, dijo el Dr. Carlos del Rio, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory. Dijo que temía que la nueva política de la administración Biden funcionara “en la dirección opuesta”.

Pero Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, dijo que la administración no tenía otra opción.

“Creo que, con razón, están tratando de presionar a China para que cumpla con sus responsabilidades internacionales”, dijo, y agregó que el “pacto de acuerdo” que insta a los países a compartir datos sobre una pandemia “solo funcionará si los países piden fuera el mal comportamiento.”

Después de tres años de insistir en una política de “covid cero”, China dio un giro abrupto a principios de diciembre y levantó esa política, luego de protestas masivas por los cierres que amenazaban al gobernante Partido Comunista. Desde entonces, ha habido un aumento dramático en el número de casos en Beijing.

Una de las principales preocupaciones entre los funcionarios de salud pública es que la población china tiene poca inmunidad natural, lo que permite que el virus se propague rápidamente. La rápida propagación, a su vez, crea nuevas oportunidades para que el virus evolucione, lo que plantea el riesgo de que surjan nuevas variantes y se propaguen a otras partes del mundo.

Los científicos dicen que eso no significa necesariamente que pronto surgirá una variante más peligrosa en China. Durante el último año, personas en los Estados Unidos se infectaron con oleadas de subvariantes de Omicron. Pero debido a que la gente en China esencialmente ha sido aislada de esas versiones del virus, los científicos dijeron que cualquiera de ellos podría despegar allí.

“En cierto sentido, lo que despegó primero probablemente será dominante allí”, dijo James Wood, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney.

Se cree que algunas variantes anteriores surgieron cuando el virus mutó durante infecciones prolongadas en personas con sistemas inmunológicos comprometidos, lo que sugiere que la cantidad de transmisión en un lugar determinado puede no determinar por sí sola la probabilidad de que se desarrollen nuevas variantes.

“Si bien existe el argumento de que con más personas infectadas, puede haber más oportunidades para la mutación y el desarrollo de una nueva variante”, dijo Jeffrey Shaman, modelador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Columbia, “todavía no sabemos si las nuevas variantes se desarrollan predominantemente durante el paso de persona a persona o dentro de personas que experimentan infecciones prolongadas”.

Científicos en Hong Kong han informado que una subvariante de Omicron conocida como BF.7 ha sido responsable del brote de Beijing. Esa variante es un sublinaje de BA.5, que hasta hace poco había sido dominante en los Estados Unidos. Pero BF.7, aunque estuvo presente en los Estados Unidos durante meses, no ha mostrado signos de superar a otras versiones de Omicron en el país.

El CDC estimó que BF.7 representaba el 4 por ciento de los casos a fines de diciembre y que se había vuelto menos común desde noviembre. Otras subvariantes de Omicron que los científicos creen que pueden ser más hábiles para evadir las respuestas inmunitarias existentes, incluido XBB, son actualmente más frecuentes en los Estados Unidos.

En los Estados Unidos, los CDC estimaron la semana pasada que la subvariante XBB ha crecido hasta representar casi una quinta parte de los casos en el país, frente a solo el 3 por ciento de los casos del mes anterior.

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