La epidemia de Covid-19 “ha provocado un agravamiento de una condición ya degradada, tanto como la exposición de nuevos públicos a la pobreza”, señala un informe del  Consejo Nacional de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, presentado en Matignon el miércoles.

Una probable “bomba de tiempo” social debido a  la epidemia de Covid-19. La crisis sanitaria ha “multiplicado” las situaciones precarias en Francia, según un informe del Consejo Nacional de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (CNLE), entregado al Primer Ministro, Jean Castex, el miércoles 12 de mayo.

La crisis ligada a la epidemia “ha provocado un agravamiento de una condición ya degradada, tanto como la exposición de nuevos públicos a la pobreza”, señalan los autores del informe. Esta pobreza es “multidimensional”, afectando tanto la inseguridad monetaria como el estado psicológico, el acceso a los derechos o la alimentación, así como la sensación de aislamiento o deserción escolar, advierten.

Para el presidente de la CNLE y diputado (ex-LREM) de Val d’Oise, la pandemia “ha impedido que la gente salga de la pobreza, ha arrojado a personas que ya estaban en la línea, y ha provocado llegadas inesperadas en líneas sociales”, como el de los autónomos (comerciantes, artesanos, autónomos, etc.) que han estado especialmente expuestos al choque económico ”.

“Hay redes de seguridad, como la RSA, el paro parcial o las ayudas focalizadas, que permitieron a los franceses tener un mínimo para vivir”, dijo el diputado electo a la AFP. Sin embargo, lamenta las “deficiencias”, especialmente en la ayuda a los jóvenes menores de 25 años.

Jean Castex había encomendado al CNLE en enero “caracterizar” la pobreza desde el inicio de la pandemia Covid-19. En 2019, Francia tenía 9,1 millones de personas llamadas “pobres”, es decir, con menos de 1.070 euros netos al mes. Esta cifra para el año 2020 no se conocerá hasta finales de 2021, pero asociaciones ya han advertido de una explosión de solicitudes.

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