Los profesionales se preparan para vivir un verano tan vivo como complejo, con alta circulación del virus. Animan a sus empleados a vacunarse lo antes posible.

A pesar de la inminente reapertura, las reservas que están afluyendo a su hotel Les Mouettes y la vista cada mañana sobre el Golfo de Ajaccio, Jean-Baptiste Pieri está preocupado. Preocupado, porque la contratación y reincorporación laboral de sus empleados promete ser más compleja de lo habitual. Preocupado, porque a falta de vacunación de sus empleados el verano podría convertirse en un rompecabezas. Preocupado, finalmente, porque este desconfinamiento forzoso supone una amenaza para la temporada alta.

“¿Cuáles serán las consecuencias de la reapertura con alta circulación del virus?, pregunta este dueño de dos hoteles de lujo en Córcega. El riesgo es tener casos de Covid-19 para gestionar en establecimientos. Todos los profesionales del turismo hubieran preferido un confinamiento severo en febrero, en lugar de la tortura china a la que hemos sido sometidos desde entonces.”

Según las últimas previsiones del Institut Pasteur, con una tasa de vacunación más sostenida que la actual (500.000 inyecciones diarias), un control epidémico similar al del verano pasado y un desconfinamiento relativamente controlado hasta finales. En junio, se alcanza un nuevo pico entre el 15 de julio y el 1 el st de  agosto. A menos que el clima más favorable juegue con la transmisibilidad de la variante británica, una hipótesis calificada como optimista, el nivel de nuevas hospitalizaciones diarias nunca volvería al del verano pasado. En ese momento, la relajación de los gestos de barrera no provocó una segunda ola, debido al muy bajo nivel de tráfico al comienzo del verano.

“Casos de contacto, puede llegar a hervir”

En general, los profesionales se proyectan con una mezcla de entusiasmo y asombro. Esta vez el virus está en la mente de todos. Conocen la indisciplina ligada a la reunión de verano por parte del cliente, y el imperativo de “hacer un éxito de la temporada” por parte del jefe. El verano pasado, las organizaciones ya pedían más controles sobre el protocolo de salud, especialmente en los balnearios. El protocolo para esta reapertura aún no se ha negociado con el gobierno.

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