El concierto del grupo Love of Lesbian en Barcelona reunió a 5.000 espectadores, que bailaron enmascarados pero sin distancia.

Con el mundo de la cultura estancado, el resultado del experimento de Barcelona debería despertar una ola de esperanza. “No se detectó ningún signo” de contagio tras el concierto de rock de prueba celebrado el 27 de marzo en Barcelona, ​​España, con 5.000 espectadores bailando enmascarados pero sin distanciamiento social, dijeron los organizadores el martes (27 de abril).

A dos semanas de este concierto del grupo Love of Lesbian, según los datos facilitados por el sistema público de salud, “no hay indicios de que se haya producido alguna transmisión durante el acto, que era el objetivo de este estudio”, afirmó Josep Maria Llibre, médico del hospital Germans Trias i Pujol de Badalone, durante una rueda de prensa. El público, que se había sometido a pruebas de antígeno antes del concierto, llevaba máscaras de FFP2.

Según el médico, sólo seis casos positivos de los 5.000 espectadores fueron detectados dos semanas después del concierto y los organizadores tienen la certeza de “que para cuatro de estos seis casos, la transmisión no se produjo durante el concierto”. “Con una ventilación optimizada, pruebas de antígenos y el uso de una máscara, podemos garantizar un espacio seguro “, agregó. Además de las pruebas FFP2 y las máscaras, se controló estrictamente la ventilación y la capacidad de recepción en lugares críticos como los baños.

“Las actividades culturales deben reanudarse”

Organizado por un grupo de festivales, promotores musicales y el hospital Germans Trias i Pujol, que ha querido demostrar que los conciertos son posibles a pesar de la pandemia, esta experiencia es una de las pocas que se han realizado en Europa. Otro concierto de prueba tuvo lugar a principios de marzo en los Países Bajos con 1.300 personas. Una experiencia similar en la sala parisina de Bercy, constantemente postergada, podría tener lugar dentro de dos semanas, aseguró la semana pasada la Ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot.

“Los resultados del concierto de prueba de Barcelona son un motivo de esperanza, es algo muy bueno”, reaccionó de inmediato Aurélie Hannedouche, responsable del Sindicato de música actual, de la Agence France-Press (AFP), mientras Malika Seguineau, a la cabeza de Prodiss (unión francesa de espectáculos musicales y de variedades), declaró que “estos conciertos de prueba son imprescindibles para construir la continuación”.

“Una vez más, Barcelona y la cultura barcelonesa son pioneras en una situación sin precedentes donde la actividad cultural debe preservarse con todas las garantías sanitarias”, regocijó Jaume Collboni, primer diputado del Ayuntamiento de Barcelona, ​​durante la jornada. “Es posible relajar las restricciones y combinar eso con actividades culturales, que deben reanudarse”, dijo.

“El mundo tenía los ojos clavados en nosotros, mucha gente nos preguntaba cómo lo habíamos hecho”, explica por su parte Ángeles Ponsa, responsable de cultura dentro de la Generalitat de Cataluña. Ya en diciembre, el mismo equipo de investigadores había organizado un proyecto piloto en una sala de Barcelona con 500 espectadores previamente probados. Unos días después, ninguno había contraído el virus.

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