El gran virólogo de Estados Unidos considera que utilizar doble mascarilla probablemente sea más efectivo para detener los contagios y evitar que el virus se propague con velocidad. Tanto eso como llevar la mascarilla N95, según dijo Fauci en la NBC, son dos opciones que pueden marcar la diferencia.

“Porque, quiero decir, esta es una cubierta física para evitar que entren gotas y virus”, comienza el experto. “Si tienes una cubierta física con una capa, coloca otra capa, simplemente tiene sentido común que probablemente sea más efectivo y esa es la razón por la que se ve a la gente haciendo doble mascarilla o haciendo una versión de una N95”, continúa Fauci.

Este virólogo es ahora asesor médico del presidente Joe Biden. Tanto él como su vicepresidenta Kamala Harris han estado usando la doble mascarilla en las últimas semanas, por ejemplo con una quirúrgica debajo de otra negra. De hecho, fue así como se protegió en el día de la toma de posesión.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU han pasado de recomendar el uso de la mascarilla en cualquier lugar público o cercano a otras personas a pedir a la población que, en la medida de lo posible, intenten llevar dos o más capas que se ajusten bien a la cara.

¿Cómo se justifica esa doble protección?

Una mascarilla de una sola capa, en función del material y de cómo sea, por sí sola, no es totalmente efectiva o sinónimo de protección total, como revelan algunos estudios. De hecho, mascarillas caseras de dos o tres capas podrían tener una efectividad del 50% o 60%.

Un estudio realizado en el pasado 2020 determinó que las mascarillas quirúrgicas tenían una efectividad aproximada del 50% para proteger de los aerosoles de otras personas. Sin embargo, como dijo Joseph Allen, profesor de la Universidad de Harvard, en una entrevista, poniendo una mascarilla de tela por encima se puede lograr “una eficacia de eliminación de partículas superior al 91%”.

Según recoge el New York Times, la doble mascarilla puede ser contraproducente y un derroche, pero ayuda a aquellas personas que no consigan un ajuste adecuado usando una sola. Los profesionales sanitarios, por ejemplo, llevan una mascarilla quirúrgica sobre una FFP2, pero lo hacen para ahorrar costes, por si sufren salpicaduras poder retirar la primera y seguir usando la segunda más horas. Es un motivo económico, no de eficacia.

Por otro lado, los CDC no recomiendan el uso de las mascarillas N95. Esto decía la doctora Rochelle Walensky, nueva directora de los CDC: “Me preocupa que si sugerimos o requerimos que las personas usen N95, no las usarán todo el tiempo”. “Es muy difícil respirar cuando las usas (las mascarillas) correctamente”, añadía. No recomiendan actualmente las mascarillas N95 para el público en general por la escasez para sanitarios y por la dificultad para la respiración.

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