Los restaurantes, gimnasios, cafés y otros lugares cerrados abarrotados representaron alrededor de 8 de cada 10 nuevas infecciones por coronavirus en los primeros meses de la epidemia en EE. UU., según un nuevo análisis que podría ayudar a los funcionarios de todo el mundo que ahora están considerando toques de queda, cierres parciales y otras medidas en respuesta a nuevos brotes.

El estudio, que utilizó datos de movilidad de teléfonos celulares de 10 áreas metropolitanas de EE. UU. de marzo a mayo, también proporciona una explicación de por qué muchos vecindarios de bajos ingresos fueron los más afectados. Los lugares públicos en esas comunidades estaban más concurridos que en las más ricas, y los residentes tenían más movilidad en promedio, probablemente debido a las demandas laborales, dijeron los autores en la investigación publicada en la revista Nature.

Las áreas metropolitanas fueron Atlanta, Chicago, Dallas, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Filadelfia, San Francisco y Washington DC.

Los funcionarios públicos de toda Europa y partes de los Estados Unidos, incluido el gobernador Philip D. Murphy de Nueva Jersey, han comenzado a instituir cierres parciales de restaurantes y bares, o horarios cerrados limitados, ya que las nuevas infecciones han aumentado en las últimas semanas. En la ciudad de Nueva York, un aumento en los casos de virus amenaza la recuperación de la ciudad y podría significar “muchas más restricciones”, dijo el lunes el alcalde Bill de Blasio.

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