De las 786 camas de UCI, al menos 620 (el 79%) se encuentran ocupadas. Se asegura que hubo un aumento exponencial en las últimas dos semanas. Aunque cabe mencionar que estos datos corresponden únicamente a la red pública del Estado, sin contar las hospitalizaciones en unidades de salud privadas.

Por IrceFalcão

Aunque el Departamento de Salud del Estado (SES-PE) ha dicho recientemente que no hay cifras concretas que indiquen un aumento sustancial adicional en los casos de Covid-19 en Pernambuco, las cifras del boletín de este martes (3) muestran un cambio en el escenario de ocupación de camas de cuidados intensivos (UCI) de la red de salud pública del Estado destinadas a la atención de pacientes con la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.

Según el desglose más reciente por SES-PE, actualmente se encuentran activas 786 camas de UCI, de las cuales el 79%, aproximadamente 620 camas, están ocupadas. Es de destacar que, hace 15 días, el número de camas de UCI para Covid-19 era menor (745) y, aun así, la ocupación era inferior al 70% (65%), alrededor de 480 hospitalizados.

Los datos apuntan a un aumento de más de 120 pacientes en cuidados intensivos en un intervalo de dos semanas, haciendo que la ocupación salte incluso con la apertura de nuevas vacantes. Cabe mencionar que estos datos corresponden únicamente a la red pública del Estado, sin contar las hospitalizaciones en unidades de salud privadas.

El médico de enfermedades infecciosas Bruno Ishigami, del Hospital Universitario Oswaldo Cruz (HUOC), hace un abordaje general del escenario pandémico para explicar por qué esta sección de ocupación de camas en UCI merece una atención especial.

“En Brasil, en general, hay muy pocas pruebas, siempre hubo este problema. Cuando se trata de pruebas, es porque la posibilidad de ser un resultado positivo ya es muy alta. Por eso, perdemos mucho del parámetro de cómo es la pandemia”, dice.

“Sin embargo, una cosa que mantiene el estándar es la condición de hospitalización. Solo los que son serios son internados. Y si vemos un aumento de esta demanda es porque hubo un aumento de casos. Este es uno de los datos más precisos”, añade el médico.

Aunque todavía no es posible brindar datos generales sobre Covid-19, la literatura sobre la enfermedad señala que, en general, el 80% de las personas expuestas al virus presentarán síntomas leves, mientras que el 15% presentará afecciones moderadas a graves y el 5% necesitará terapia intensiva. Un aumento significativo y comprobado en el grupo más pequeño, por lo tanto, indica una expansión del contagio en general.

“Debemos tomar esto como una alerta para el empeoramiento. Los datos de la semana pasada ya lo han demostrado, pero en otros aspectos, con un aumento de las emergencias privadas y también públicas. Las muertes no aumentarán ahora. Los estudios muestran que, el intervalo para que las muertes aparezcan como datos es de tres semanas, y en países con notificaciones diferidas, hasta 11 semanas”, explica Bruno Ishigami.

“La advertencia de que se enciende el aumento de esta tasa de ocupación es que el tiempo que transcurre entre la persona que contrae el virus y necesita una cama es, en promedio, de 7 a 10 días. Si estamos viendo que la tasa aumenta ahora, es porque estas personas se infectaron hace siete o diez días. Lo que pienso es: “¿Qué estamos haciendo ahora para evitar que la UCI haga cola en uno o dos meses?” El escenario es siempre el reflejo de días anteriores”, apunta.

El infectólogo utiliza la condición actual de Europa como ejemplo, y es cierto que experimenta una segunda ola de casos de Covid-19. “Hace un mes, Europa decía que el aumento de casos era solo en los jóvenes, se hablaba de esperar. Ahora todo el mundo está decretando un cierre. El virus no se detendrá. Se detendrá si dejamos de brindar oportunidades para su crecimiento, de lo contrario, seguirá creciendo. Así como Europa empieza a mirar con preocupación los datos de los hospitales, nosotros también tenemos que mirarlos”.

Durante los meses pico de la pandemia en Pernambuco, Bruno Ishigami trabajó no solo en HUOC, sino también en el Hospital Provisório Recife 2, en el barrio de Coelhos. Al igual que una gran parte de los profesionales de la salud que trabajan en primera línea para combatir el Covid-19, ha estado expuesto durante meses no solo al virus, sino a una rutina agotadora.

“Europa hoy está sumida en el caos. No sé si volveremos a tener cifras como abril y mayo. Desafortunadamente, no podemos saber cómo será, pero vemos que está empeorando. Es posible y debemos tenerlo en cuenta. ¿Vamos a estar al borde del colapso sin tomar medidas? No hablo de encierro, sino de conciencia de la población.

“Todavía tengo miedo de decir que hemos iniciado una segunda ola. Pero la tendencia es alcista. Poco a poco va empeorando y, de repente, puede adquirir una proporción absurda. Creo que el empeoramiento que va a sentir la población es a mediados de diciembre. Pero el miedo de la población sólo llega cuando el peligro está en la familia. Y, en la medida que la población siente, ya pasó el tiempo de actuar. Seguiremos fingiendo que todo está bien ¿hasta cuándo?”, preguntó el infectólogo.

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