El objetivo es reducir la incidencia acumulada a menos de 25 casos por 100.000 habitantes, una meta que supondrá grandes sacrificios y que se prevé muy larga. España en este momento supera los 360 casos, con territorios por encima de los 1.000. El plan de respuesta temprana aprobado la semana pasada es el instrumento acordado por Sanidad y las comunidades para evaluar con criterios epidemiológicos y asistenciales el nivel de riesgo de cada región y, en función del mismo, establecer medidas (un sistema de semáforo, como lo definió Sánchez). El trabajo que se presenta es complejo ya que en este momento ocho comunidades se encontraría en el nivel 4 de riesgo extremo (cifra que puede variar cuando se conozca hoy los nuevos datos de contagio). Al día de hoy, la mitad de España está en el nivel de riesgo extremo y otras tantas (6), en el nivel 3. Tres comunidades (Cantabria, Valencia y Galicia) se encuentre entre el 2 y el 3. Solo Baleares y Canarias se encuentran en el nivel 2. Ninguna comunidad tiene menos de 25 casos por 100.000 habitantes.

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