El fin de semana pasado, mientras el país se preparaba para otra gran ola de infecciones por coronavirus, el secretario de salud de Trump prometió que tales terapias estaban a la vuelta de la esquina. Pero estas declaraciones son engañosas, en el mejor de los casos. Incluso si se demuestra que los medicamentos funcionan, todavía un gran si, hay pocas posibilidades de que pronto estén ampliamente disponibles.

Una distribución fluida de los tratamientos con anticuerpos dependerá de los mismos factores que hasta ahora han afectado a la respuesta del país al Covid-19: pruebas rápidas y abundantes, coordinación entre funcionarios estatales y federales y acceso equitativo a la atención médica. El suministro será extremadamente limitado al principio, a pesar de que el grupo de pacientes que podrían beneficiarse es amplio, lo que genera dudas sobre quién debería ser el primero en la fila para recibir tratamiento.

Se cree que los medicamentos funcionan mejor en personas que se han infectado recientemente y que aún no están muy enfermas. Aproximadamente 60,000 estadounidenses dan positivo por coronavirus todos los días, sin embargo, la compañía que proporcionó el tratamiento de anticuerpos del presidente, Regeneron, ha dicho que inicialmente solo tendrá 50,000 dosis. Eli Lilly, que está desarrollando un producto similar, ha dicho que tendrá 100.000 dosis al principio.Ambas empresas han solicitado a la Administración de Alimentos y Medicamentos la autorización de emergencia de sus productos.

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