Un conjunto de más de 400 asociaciones y organizaciones no gubernamentales que estudian las interrelaciones entre la salud mental y la pandemia de COvid-19 manifiestan que el aislamiento tiene un impacto en el empeoramiento del padecimiento psíquico de la población a medio y largo plazo pero que además los problemas de salud mental pueden suponer un obstáculo para el adecuado control de la pandemia.
Así mismo, la pandemia ha mostrado que el impacto en la salud mental es complejo, diverso y de amplio alcance, afectando a todos los grupos y poblaciones, como niños, personas mayores, personas con problemas de salud mental previos, personas con dificultades económicas, inmigrantes, refugiados y profesionales y técnicos que trabajan en la primera línea asistencial.

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