A medida que la pandemia se asentaba en la ciudad de Nueva York, el hambre llevó a decenas de miles de residentes a hacer filas en las despensa de alimentos, muchos por primera vez. Se estima que 1,5 millones de personas no pueden pagar los alimentos.

City Harvest, uno de los distribuidores de alimentos de emergencia más grandes de Nueva York, registró casi 12 millones de visitas a las despensas de su red de marzo a agosto, alrededor de tres millones más que en el mismo período del año pasado.The New York Times habló con neoyorquinos que dependen de los bancos de alimentos para sobrevivir. Demostraron que en un momento en el que sentimos que nada está bajo nuestro control, ni siquiera el aire que respiramos, la comida sigue siendo un consuelo.

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