Bajo la presión del gobierno federal, los funcionarios de salud de Nevada anularon el viernes una orden estatal que ordenaba a los hogares de ancianos que detuvieran el uso de dos pruebas rápidas de coronavirus emitidas por el gobierno que el estado había considerado inexactas. La revocación se produjo poco después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos emitiera una carta amenazante, fechada el 8 de octubre, a los funcionarios de Nevada. El documento federal señaló que se podrían tomar acciones punitivas rápidas si el estado no revocó de inmediato su prohibición, que el almirante Brett Giroir, subsecretario de Salud y Servicios Humanos, calificó de “imprudente, desinformado e ilegal” y una violación de la Disposición Pública y Ley de preparación para emergencias.

Las dos marcas de pruebas rápidas, fabricadas por Quidel y Becton, Dickinson and Company, se enviaron en masa a hogares de ancianos de todo el país en agosto para abordar las demoras y la escasez de equipos que durante meses habían obstaculizado las pruebas de laboratorio. Ambas pruebas detectan fragmentos de proteína de coronavirus o antígenos.Al enviar solicitudes a la Administración de Alimentos y Medicamentos para la autorización de emergencia, BD y Quidel no informaron falsos positivos de sus productos y anunciaron estas tasas de precisión en sus envases. Pero entre una muestra de 39 resultados positivos de pruebas de antígenos recolectados en hogares de ancianos en Nevada, se encontró que 23 eran falsos positivos cuando se confirmaron mediante una prueba de laboratorio más precisa. El descubrimiento llevó a los funcionarios estatales a emitir su directiva el 2 de octubre, instando a los hogares de ancianos a pasar rápidamente de las pruebas de antígenos a otros tipos de pruebas que buscan ARN viral mientras se investigan las discrepancias.

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