Un científico senior de vacunas del Departamento de Salud y Servicios Humanos renunció al servicio gubernamental luego de una larga batalla con los designados de la Casa Blanca por su interferencia en sus esfuerzos para combatir la pandemia de coronavirus.

El Dr. Bright, quien presentó una denuncia en mayo, presentó un nuevo apéndice en el que decía que los funcionarios del NIH, donde trabajó después de su degradación, rechazaron su idea de una estrategia nacional de pruebas de coronavirus “debido a consideraciones políticas”. También los acusó de ignorar su solicitud de unirse al esfuerzo de $ 10 mil millones para acelerar una vacuna contra el coronavirus, conocida como Operation Warp Speed, y de dejarlo al margen hasta el punto en que no tenía trabajo que hacer.

El apéndice dice que el Dr. Bright “sigue muy preocupado” por el fracaso de la administración Trump en presentar un plan nacional para combatir la pandemia y está preocupado por la creciente influencia de la Institución Hoover de Stanford del Dr. Scott W. Atlas, un neurorradiólogo sin formación en epidemiología o enfermedades infecciosas. La aversión del Dr. Atlas al uso de máscaras y su creencia de que la “inmunidad colectiva” podría detener al Covid-19 lo han convertido en uno de los favoritos del presidente Trump.

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