A pesar de los esfuerzos de la mayoría de los colegios y universidades para contener el virus al prohibir las grandes reuniones, exigir máscaras faciales y expandir la instrucción remota, muchos se han convertido en algunos de los puntos calientes más virulentos del país. Un informe de los CDC publicado la semana pasada dijo que los casos entre personas de 18 a 22 años aumentaron un 55 por ciento en el mes desde principios de agosto hasta principios de septiembre, cuando los estudiantes regresaban a los campus. Una encuesta del New York Times ha documentado más de 130.000 casos en los campus desde que comenzó la pandemia. Aparte de los atletas, que deben ser evaluados, Appalachian State no ha realizado el tipo de pruebas obligatorias costosas y generalizadas, el rastreo de personas con y sin síntomas que ha ayudado a controlar el virus en algunos campus. Más bien, la escuela ha ofrecido pruebas voluntarias en su centro de salud estudiantil y en sitios de prueba “emergentes” donde los estudiantes pueden caminar y ser evaluados dos veces por semana. Ese enfoque, dice el sitio web de la escuela, se basa en la guía de los CDC, que ha desaconsejado evaluar a todos los estudiantes al llegar al campus. Los expertos en salud han criticado la guía de los CDC como débil y confusa, pero muchas universidades públicas grandes han basado sus regímenes de salud para el coronavirus en ella.

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