Estudios encontraron tres tipos de afectaciones en la población de entre 18 y 25 años, una a nivel social, otra biológica y una tercera en el plano psicológico, generando conjuntamente un desequilibrio en lo orgánico. En cuanto a los factores que inciden en los cuadros se presenta la falta de interacción social y su consiguiente aumento de estrés, cambios en las conductas del dormir, disminución del optimismo y la proyección a futuro, incertidumbre y temor debido al contagio, aumento de ansiedad y nerviosismo.

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El 35,7% de los barranquilleros han hecho evidente esta adversidad al manifestar un deterioro de su salud mental durante la cuarentena. Llama la atención que en la población joven (entre los 18 y 25 años de edad) este porcentaje asciende al 51,4%.