La medida para expandir enormemente las pruebas en EE. UU. se produce cuando los nuevos casos confirmados de COVID-19 se mantienen elevados a más de 40.000 por día y los expertos advierten sobre un probable aumento de infecciones durante los meses más fríos que se avecinan. También se produce solo cinco semanas antes de las elecciones de noviembre, cuando Trump enfrenta continuas críticas por su manejo de la crisis.Las pruebas se enviarán a los estados en función de su población y se pueden utilizar como los gobernadores consideren oportuno, pero la administración anima a los estados a dar prioridad a las escuelas. Un alto funcionario de la administración con conocimiento de los planes dijo a The Associated Press que esta semana se realizarán 6,5 millones de pruebas y que se distribuirán un total de 100 millones de pruebas a los gobernadores durante las próximas semanas.

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