Europa Salud Mental - 29 Sep 2020
Comienzan a observarse diversas alteraciones a nivel psicológico y psiquiátrico en pacientes que han sufrido la enfermedad. Además del posible estrés postraumático, el insomnio y la ansiedad producto de la internación, se suman al malestar los factores psicosociales como el aislamiento, el confinamiento de los familiares y en gran parte la sensación de indefensión e inseguridad que genera que los profesionales sanitarios sea la primera vez que atienden esta afección. Por este motivo, recomiendan las intervenciones psicoterapéuticas que hagan hincapié en que el paciente pueda asimilar y afrontar las secuelas de la enfermedad.