Una carta Institucional…(izante)
Año del Bicentenario
Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
Ministerio de Salud
Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara”
Una carta Institucional…(izante)
Documento de trabajo setiembre 2020
Este trabajo está dedicado a las personas fallecidas, por la pandemia de Covid 19 a sus familias y seres queridos y muy especialmente al personal de salud que expuso y expone su vida para salvar la de los demás.
El surgimiento de la Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara” requirió una etapa exploratoria, más prolongada de lo imaginado, para dimensionar el marco político, social económico, cultural e institucional, en el que nace y da sus primeros pasos.
Una primera aproximación nos indica que la concepción de Escuela aquí empleado excede el uso familiar de este término y que, traducido en pocos trazos, nos dice que no solo se trata de “ser una Escuela” sino sobre todo de “hacer Escuela”. Para que este nombre adquiera las resonancias y las consecuencias de ello, de manera analógica promovemos que todos los hospitales e instituciones provinciales de salud adquieran este rasgo, es decir el de ser/hacer escuela.
Los motivos para la utilización de la palabra Gobierno requieren también ser explicitados. En su etimología (kybernéin ‘pilotear un barco’ también ‘dirigir, “gobernar”) ya trae marcas de la idea de conducir, de señalar o de marcar el rumbo, lo que supone una tarea que deviene y articula con el quehacer colectivo, especialmente aquel que requiere coordinación y direccionalidad. Nuestras instituciones, que no viajan en el espacio pero sí en el tiempo, requieren de coordinación y direccionalidad para que el esfuerzo colectivo alcance los resultados que la sociedad espera de ellas.
Por otra parte, resulta necesario argumentar que Gobierno y Gestión no son términos que se intercambian. Cuando los sistemas se encuentran en un período de reproducción, -característico de los gobiernos conservadores-, las diferencias se hacen poco visibles y entonces gobernar puede llegar a ser o parecer sinónimo de gestionar (con frecuencia aplicando dispositivos acríticamente “importados” desde el managment del sector privado).
En los procesos de transformación Gobierno y Gestión se diferencian de manera sustancial y significativa.. En procesos de transformación el Gobierno se enfrenta a la necesidad de descubrir/construir políticas proyectos e iniciativas detectando nuevas necesidades, poniendo en discusión y en revisión sistemática que es lo que hay que hacer, especialmente cuando el rumbo que habían tomado los acontecimientos exige un cambio sustancial de dirección.. La Gestión se centra en lograr que las cosas ocurran asume la agenda de lo que hay que hacer y se legitima intentando aportar a hacerlo en una forma más efectiva.
Las esferas que exigen esos cambios pueden ser muy diferentes, pero habitualmente se sistematizan en tensiones que surgen i. de la estructura social, ii. Del sistema de valores iii. Del sistema científico tecnológico. Normalmente estas esferas o dimensiones estructurales de la realidad permanecen ocultas o poco visibles, pero uno de los rasgos de las crisis es que develan, que transparentan, que hacen fenoménico los rasgos estructurales de una sociedad. ¿Cómo se expresa?
- Estructura social: En el año que la pandemia “nos mandó a parar” podemos visualizar con bastante claridad como la enfermedad “viajó” no solo por el mundo sino como viajó dentro de cada una de las sociedades entre los sectores de mayores ingresos, los que habitualmente pueblan los vuelos internacionales. Atravesó clases y fracciones de clase, pero generando impactos diferenciados según edad, género, nivel socioeconómico, condición étnica, estatus migratorio, etc.
- Sistema de valores: Del mismo modo la pandemia puso en tensión el sistema de valores de nuestras sociedades que de una manera sobre simplificada se pone de manifiesto entre proteger la vida o proteger la economía y las diversas combinaciones en esta polaridad que diferencia a los países, a los gobiernos y a la “opinión pública” en todo el planeta.
- Sistema científico tecnológico: Desde el momento que el peligro fue detectado y reconocido se desencadena un proceso de magnitud, de velocidad y de complejidad de interacciones inéditos en el mundo de la ciencia y la tecnología. En 6 meses patrones epidemiológicos de contagiosidad, estructuras virales y mecanismos de afectación intracelular, desarrollo de kits diagnósticos, mecanismos inmunológicos, incidencias y prevalencias, modelos matemáticos, fármacos, inmunidad pasiva (plasma de convaleciente, suero hiperinmune) o más de 150 vacunas en desarrollo (6 en fase 3).
Pero quizás lo más importante es verificar cómo las tres esferas se encuentran en permanente interacción entre ellas.
Si esta breve explicación ayuda a comprender la diferencia entre Gobierno y Gestión existen aún otras dimensiones que explicitar para que la idea de Gobierno no se encuentre confinada a la preparación de una capa o instancia de élite en quienes concentrar todos los esfuerzos. Podemos apelar entonces a Bertold Bretch y su esclarecedora frase “Hay un dirigente en cada uno de nosotros”.
Surge así otra asociación ahora entre Gobierno, -de muy diferentes dimensiones de la realidad-, y Liderazgo que requiere ser brevemente develada.
Alejada de una visión elitista se entiende que los fenómenos de Liderazgo no son rasgos o atributos con los que algunas personas cuentan sino fenómenos sociales que pueden quedar sintéticamente expresados en la noción que “el/la líder no se nace se hace”. Estos fenómenos sólo pueden ocurrir en forma contextualizada en tiempo y espacio. El liderazgo no es un lugar por fuera de un grupo o de un colectivo social sino por dentro mismo de su existencia. Las posiciones de liderazgo se ven en la necesidad sistemática y permanente de validarse y de legitimarse. Las organizaciones estructuradas en red brindan más y mayores oportunidades para que, sino todos/as, muchos de sus miembros puedan ejercerlo de diversas formas, promoviendo liderazgos múltiples, rotativos, flexibles, centrados en la tarea, entre otros.
Estas deconstrucciones afectan también el mundo de la Administración, el mundo de la gestión. Desde aquel mandato fayoliano de la administración moderna de fines del siglo XIX: “la autoridad es el cemento de la organización” hacia el enfoque más contemporáneo y estratégico: “la unidad de mando no es imprescindible para la producción” o “la visión compartida es el cemento de la organización” se ha recorrido ya más de un siglo de producción en Ciencias de la administración. Se desliza cada día más desde aquella idea de centrar las expectativas de transformación desde “las cabezas gerenciales” , hacia la construcción de una cultura compartida en la que cada trabajador/a, cada equipo se forme y tome parte de un entramado de una gestión de calidad centrada básicamente en las necesidades de las y los ciudadanos a quienes se dedican y a quienes se deben todos los esfuerzos institucionales.
Es necesario explicitar también aquí el enfoque educativo de la Escuela de Gobierno, identificada con los enfoques afines a la Pedagogía crítica para llevar adelante procesos de transformación. La Escuela actúa hoy como una “universidad oculta”, con más de 20.000 alumnos de nivel secundario, técnico y de posgrado. Todos estos procesos educativos merecen ser analizados y redefinidos en función de este enfoque transformador antes mencionado. Es prioridad de la Escuela por promover, coordinar y desencadenar procesos educativos que lleguen a todos/as los/as trabajadores/as de salud de la Provincia de Buenos Aires.
La noción de Salud que la Escuela adopta requiere también una explicitación. La histórica definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), habitualmente tildada de utópica, ha generado sin embargo un sinnúmero de efectos entre los cuales quisiéramos resaltar ese juego lingüístico que se expresa en el “no solo la ausencia de enfermedad”. Una llave que abrió el campo de la salud hacia nuevas dimensiones como las de la promoción, la salud mental o la atención primaria, entre otras. La noción de “salud para todos” abrió camino comunicacionalmente a la noción del derecho a la salud y al concepto de equidad, como perfeccionamiento de lo que es justo.
De este modo puede conceptualizarse que, el derecho a la salud incluye, pero a su vez excede, el construir i. equidad en el acceso a un servicio de salud de la calidad y complejidad adecuada a la necesidad de cada persona, de cada grupo poblacional. Necesario pero insuficiente, el derecho a la salud requiere adicionalmente ii. equidad en la circulación del saber y del poder. A través de la democratización del conocimiento y de la capacidad de decidir por parte de la población en general y de sus formas organizativas comunitarias y también requiere iii. equidad en la protección, o en la no exposición frente a riesgos evitables de enfermar, de discapacitarse o de morir por causas “evitables”.
El derecho a la salud sólo puede consolidarse, como expresa Alicia Stolkiner, en el marco de un plexo de derechos que se refuerzan y del que forma parte consustancial. De allí también se desprende el porqué se verifica una sistemática sinergia y sincronía entre los movimientos de derechos humanos, la salud mental y diversas causas de la salud que devienen derechos (derechos sexuales y reproductivos, derechos de los/as pacientes, etc.)
La palabra evitables que hemos resaltado en el anteúltimo párrafo también requiere una explicitación. Por un lado, por las dimensiones jurídicas implícitas en la existencia de daños que alguien podría impedir que ocurrieran, lo que deviene en un problema de responsabilidad. Por otro lado, por el carácter evitable que puede devenir en parte por la existencia y disponibilidad de tecnologías (en el sentido más amplio del término) para que algo no ocurra en un momento dado. En consecuencia, se puede afirmar que el derecho a la salud en este sentido es un objetivo móvil. Para expresarlo en términos comunicacionales, cada vez que surge una tecnología eficaz para impedir o resolver un problema de salud, nace un derecho. Esto puede ilustrarse actualmente, por las pujas que han surgido por la disponibilidad de vacunas contra el Coronavirus, aún bastante antes que hayan demostrado su eficacia.
Una última consideración sobre la definición de la OMS se refiere a las críticas que ha recibido por su carácter inocultablemente idealista o utópico de aquel “…completo bienestar físico, mental y social…”. El Ex Director de la OMS, Halfdan Mahler, se ocupó de develar que, lejos de ser utópico, el concepto buscaba expresar un sentido constructivista de interacción entre estas esferas que justamente alcanzaría aquel estado de completo bienestar como algo a lo que se anhela y a lo que se accede por la coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace.
Y allí es donde ingresa nuestra última explicitación, ¿Por qué Floreal Ferrara?. Una explicitación necesaria para las nuevas generaciones que afortunadamente pueblan nuestros servicios de salud. La mención a una personalidad como Floreal, dos veces Ministro de Salud de la Provincia; profesor; gestor y militante es vivida por parte de la Escuela menos como un homenaje que él mismo rechazaría que como un mandato. Un mandato a continuar su obra, a continuar su prédica de un concepto de salud, que lejos de ser idealista, entrama profundamente con las luchas sociales y con las dimensiones políticas de la construcción del derecho a la salud.
Dos pinceladas para una introducción necesariamente breve que pueden ayudar a caracterizar su aporte y estimular a leer una prolífica obra escrita que nos legó. Una referida justamente a su polémica con la definición de salud de la OMS que podría simplificarse en su frase: “se lucha por el derecho a la salud, pero la lucha misma es salud”. Esta frase pone el énfasis en el grado de sufrimiento y alienación que padecen quienes, sobre-adaptados a cualquier circunstancia renuncian a ser protagonistas de su época. La segunda deviene de la recurrente apelación que hacía Floreal, con inocultable sentido didáctico, respecto a una discusión entre Ramón Carrillo y Eva Perón sobre si los hospitales eran del Estado o eran del Pueblo. Una tensión de ésas que no se resuelven por sus extremos y a las que Paulo Motta denominaba tensiones creativas y que por su capacidad de producir efectos y sentidos invitaba a no resolver.
Presentada así, bienvenidos a todos y a todas a ser parte de la Escuela de Gobierno en Salud Floreal Ferrara.